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La canción de la semana, la que me remoloneará en la cabeza todo este tiempo, será "Como yo lo siento", de la que ya había hablado aqui. De esta canción tomo prestado el epígrafe de mi blog y el título de esta entrada para que ustedes lo lean, y si pudiera también transmitiría por aquí la sensación de paz que puede sentirse al tomar la voluntaria y libre decisión de quedarse solo, transmitiría que esa no es una mala noticia, que no es un revés de la suerte que quisiera cambiar, que por aquí se está muy a gusto (Aunque eso también pueda transmitir que se es egocéntrico y pedante).
A veces, por las razones que sean (el punto de hoy no es ése), El forastero logra encontrar un campo tranquilo, con su arbolito para matear en silencio, y decide quedarse allí y que el resto del mundo siga persiguiendo sus sueños campo afuera, como el perro que persigue su cola.
Pero entonces aparecen las visitas gratas (que debe ser lo más sabroso de vivir solo) y también aparecerá uno que otro keikes a ofrecernos muy amablemente lo poco que tiene para darnos. El campo del forastero puede llenarse de motivos para sonreir y puede prenderse un gran fuego para que todos se acerquen y llenen el aire de chispas de colores. Aquí se está bien, aqui se ríe y se sonríe de sobra, se come en camaradería, se duerme muy a gusto, se abraza por convicción. Pueden faltar las alfombras, la calefacción central, la cocina gourmet, las avenidas de cuatro carriles y el multiplex de 12 salas. Eso no hace falta en mi campo, si le hace falta a usted, no piense que me hace falta a mi, no quiera tasar mi campo desde su perspectiva. Acuérdese de Derzú y entenderá.
Por eso le reitero: Cualquiera puede venir a este campo, sentarse junto a este fueguito, escuchar lo que esta boca tiene para decir. Cualquiera que quiera venir será bien recibido, siempre y cuando no venga a tasarme el campo con sus ojos de forastero.
A veces, por las razones que sean (el punto de hoy no es ése), El forastero logra encontrar un campo tranquilo, con su arbolito para matear en silencio, y decide quedarse allí y que el resto del mundo siga persiguiendo sus sueños campo afuera, como el perro que persigue su cola.
Pero entonces aparecen las visitas gratas (que debe ser lo más sabroso de vivir solo) y también aparecerá uno que otro keikes a ofrecernos muy amablemente lo poco que tiene para darnos. El campo del forastero puede llenarse de motivos para sonreir y puede prenderse un gran fuego para que todos se acerquen y llenen el aire de chispas de colores. Aquí se está bien, aqui se ríe y se sonríe de sobra, se come en camaradería, se duerme muy a gusto, se abraza por convicción. Pueden faltar las alfombras, la calefacción central, la cocina gourmet, las avenidas de cuatro carriles y el multiplex de 12 salas. Eso no hace falta en mi campo, si le hace falta a usted, no piense que me hace falta a mi, no quiera tasar mi campo desde su perspectiva. Acuérdese de Derzú y entenderá.
Por eso le reitero: Cualquiera puede venir a este campo, sentarse junto a este fueguito, escuchar lo que esta boca tiene para decir. Cualquiera que quiera venir será bien recibido, siempre y cuando no venga a tasarme el campo con sus ojos de forastero.
3 comentarios:
¿Te refieres a Derzú Uzala (o como se escriba)? esa peli me encantó,y mira que no soy muy fan de Kurosawa.
La canción increíble,como siempre.Creo que el compositor es el de Domingo de agua,que también me rechifla (¿cómo se puede silbar tan bien?¡yo ni siquiera sé!).
Eso sí,yo la entiendo más literal y menos metafóricamente,y es que me encanta la identificación con la tierra que está en tantas canciones de Larralde o Cafrune.El forastero, el extraño,que viene de fuera y cree que mi tierra es sólo tierra,cuando esa tierra soy yo,mis recuerdos y mi vida.Una vida solitaria y triste,claro...¡como debe ser!
Hola Angela, qué gusto verte de nuevo.
Sí, me refiero a Derzú Uzala. Hace un tiempo escribí sobre él en el blog. Haz click en el vínculo y verás, a mí también me encantóo esa película.
Y sobre la canción, la tomo metafóricamente (me gusta más), aunque no niego que me gustaría tener un trozo de tierra para sembrarle frutas, flores, hierbas aromáticas y buenos recuerdos
Me gustó mucho la reflexión y las comparaciones que haces.
Sobre el tema, quiero contestarle a Angela que, efectivamente, es del mismo autor que compuso "Domingo de Agua". Su nombre es Osiris Rofriguez Castillos. Los invito a ustedes y al resto de los lectores de este blog a visitar <a href="detiempoadentro.blogspot.com>De Tiempo Adentro</a>. En donde podrán encontrar más información sobre este gran escritor, cantor y guitarrista.
Demás está decir que la interpretación de Larralde es genial.
Un abrazo.
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