Este cuadro muestra una de las muchas preguntas del juego de facebook "Who has the biggest brain", al que me he vuelto medio fanático (digamos un 45%).
Las instrucciones son sencillas: Hacer click en el animal más pesado, según como se comportan las balanzas. Es obvio que en este ejercicio el animal más pesado es el flamenco rosado.
Resalto con negrilla las anteriores palabras porque, obviamente, en el contexto real un flacucho y desgalamido flamenco no va a pesar más que un corpulento y monolítico rinoceronte (el peso del conejo resultaría irrelevante) que debe pesar, por lo menos, más que doscientos flamencos juntos. Pero claro, el propio juego se encarga de mostrarnos que el flamenco es más pesado y no nos queda más que hacer click sobre su figura.
Algo parecido sucede con el deporte en este país. Para comenzar, la sección deportiva de televisión, radio y prensa tiene un contenido de fútbol que oscila entre el 80% y el 100%. No es raro que en RCN la sección deportiva sea 100% fútbol y que sea más noticia un partido del día anterior ocurrido en la liga italiana que un campeonato suramericano de algún deporte poco taquillero, aunque tenga lugar en colombia y se pueda barrer en la tabla de medallería.
Es decir, la televisión nos quiere hacer pensar que el flamenco es más pesado que el Rinoceronte.
Porque, para ser francos, el fútbol de este país es un flaco y desgalamido flamenco que no merece toda la atención que recibe. El mismo día que la selección de fútbol perdió groseramente contra chile, la selección de patinaje se coronaba campeona mundial de patinaje por quinto año consecutivo, con varios records mundiales rotos, con buena prospección hacia el futuro porque aparecen nuevas figuras que reemplacen a las viejas glorias (Este muchacho Causil va a lograr tanto o más que Botero y Rosero). En la misma semana Camilo Villegas ganó un torneo PGA y se metió de lleno en la élite del golf, un deporte en el que fácilmente se puede estar vigente hasta más allá de los 40 años, así que le queda buen tiempo para protagonizar y ganar torneos.
¿Y qué hizo la prensa, radio y TV? dedicar al fútbol la mayor parte de sus espacios deportivos, hacernos creer que el flamenco es más pesado que el rinoceronte.
Cuando yo era niño vivíamos más variedad de deportes: Se veían las peleas de Happy Lora y Fidel Bassa, había afición al boxeo y veíamos a Mike Tyson repartir porrazos. Ahora, ¿Hace cuánto no transmiten una pelea de primer nivel mundial? Vimos las carreras de los escarabajos con una afición numerosa, luego hubo años de olvido (Cuando Santiago Botero ganó la camiseta de montaña en el 2000 no hubo ningún medio que hiciera la transmisión). Obviamente se veía fútbol, pero no saturaba ni sobresaturaba.
El fútbol colombiano está en crisis y gran parte de la culpa la tiene el periodismo futbolero (No me atrevo a llamarlo periodismo deportivo). Los deportes poco taquilleros necesitan más apoyo de los medios. En lugar de ir la casa de la mamá de un futbolista para verla volear camándula y prender velas para que su hijito meta un gol, vayan a los coliseos a mirar los levantadores de pesas, los taekwondistas, los judokas, los luchadores. En lugar de las mismas preguntas pendejas a futbolistas (con su correspondiente respuesta pendeja) vayan y entrevisten entrenadores de otros deportes, presidentes de ligas y federaciones, otros atletas. Vayan y aprendan de otros deportes para no quedar en ridículo cuando tengan que hablar de otra cosa que no sea fútbol.
Sí, gran parte de la culpa la tiene el periodismo futbolero. Quizá luego hable de eso, por ahora volveré a mis esfuerzos por calibrar esa balanza que voy a utilizar. Yo no me voy a dejar convencer de los medios, para mí el flamenco nunca va a pesar más que el rinoceronte
Las instrucciones son sencillas: Hacer click en el animal más pesado, según como se comportan las balanzas. Es obvio que en este ejercicio el animal más pesado es el flamenco rosado.
Resalto con negrilla las anteriores palabras porque, obviamente, en el contexto real un flacucho y desgalamido flamenco no va a pesar más que un corpulento y monolítico rinoceronte (el peso del conejo resultaría irrelevante) que debe pesar, por lo menos, más que doscientos flamencos juntos. Pero claro, el propio juego se encarga de mostrarnos que el flamenco es más pesado y no nos queda más que hacer click sobre su figura.
Algo parecido sucede con el deporte en este país. Para comenzar, la sección deportiva de televisión, radio y prensa tiene un contenido de fútbol que oscila entre el 80% y el 100%. No es raro que en RCN la sección deportiva sea 100% fútbol y que sea más noticia un partido del día anterior ocurrido en la liga italiana que un campeonato suramericano de algún deporte poco taquillero, aunque tenga lugar en colombia y se pueda barrer en la tabla de medallería.
Es decir, la televisión nos quiere hacer pensar que el flamenco es más pesado que el Rinoceronte.
Porque, para ser francos, el fútbol de este país es un flaco y desgalamido flamenco que no merece toda la atención que recibe. El mismo día que la selección de fútbol perdió groseramente contra chile, la selección de patinaje se coronaba campeona mundial de patinaje por quinto año consecutivo, con varios records mundiales rotos, con buena prospección hacia el futuro porque aparecen nuevas figuras que reemplacen a las viejas glorias (Este muchacho Causil va a lograr tanto o más que Botero y Rosero). En la misma semana Camilo Villegas ganó un torneo PGA y se metió de lleno en la élite del golf, un deporte en el que fácilmente se puede estar vigente hasta más allá de los 40 años, así que le queda buen tiempo para protagonizar y ganar torneos.
¿Y qué hizo la prensa, radio y TV? dedicar al fútbol la mayor parte de sus espacios deportivos, hacernos creer que el flamenco es más pesado que el rinoceronte.
Cuando yo era niño vivíamos más variedad de deportes: Se veían las peleas de Happy Lora y Fidel Bassa, había afición al boxeo y veíamos a Mike Tyson repartir porrazos. Ahora, ¿Hace cuánto no transmiten una pelea de primer nivel mundial? Vimos las carreras de los escarabajos con una afición numerosa, luego hubo años de olvido (Cuando Santiago Botero ganó la camiseta de montaña en el 2000 no hubo ningún medio que hiciera la transmisión). Obviamente se veía fútbol, pero no saturaba ni sobresaturaba.
El fútbol colombiano está en crisis y gran parte de la culpa la tiene el periodismo futbolero (No me atrevo a llamarlo periodismo deportivo). Los deportes poco taquilleros necesitan más apoyo de los medios. En lugar de ir la casa de la mamá de un futbolista para verla volear camándula y prender velas para que su hijito meta un gol, vayan a los coliseos a mirar los levantadores de pesas, los taekwondistas, los judokas, los luchadores. En lugar de las mismas preguntas pendejas a futbolistas (con su correspondiente respuesta pendeja) vayan y entrevisten entrenadores de otros deportes, presidentes de ligas y federaciones, otros atletas. Vayan y aprendan de otros deportes para no quedar en ridículo cuando tengan que hablar de otra cosa que no sea fútbol.
Sí, gran parte de la culpa la tiene el periodismo futbolero. Quizá luego hable de eso, por ahora volveré a mis esfuerzos por calibrar esa balanza que voy a utilizar. Yo no me voy a dejar convencer de los medios, para mí el flamenco nunca va a pesar más que el rinoceronte
1 comentario:
de verdad que tienes razón, lo mismo pasa en méxico, los fines de semana no se puede ver otra cosa en las televisoras locales que no sea un partido de futbol y en la semana los noticiarios "deportivos" no prestán atención a otras disciplinas que a mi parecer resultan más importantes, interesantes y que por supuesto han dejado más beneficios, en fin, así es la cosa con los medios. lindo blog! saludos mexicanos!
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