viernes, 30 de octubre de 2009

Asterix (y su pésima película)


Hace dos días, google cambió su logo para festejar el aniversario número 50 de Ásterix el galo, uno de los pocos comic que leo y releo con total deleite. Es un comic con un sentido del humor de amplio espectro: Elaborado y muy inteligente en algunos detalles (hay que saber de historia clásica o literatura para comprender algunos chistes) y también universal en muchos otros. Por eso es que lo pueden disfrutar niños y adultos por igual, y por eso es que cada vez que se le lee se le pueden encontrar nuevos detalles para disfrutarse, como a las películas de chaplin, como a los clásicos de la literatura.

Para mí, Ásterix es sin duda uno de los forasteros más divertidos que conozco. Es un forastero de los que piensa que el mejor lugar posible para estar es su propia Aldea, pero por diferentes razones se ve obligado a recorrer diversos países y en todos ellos lamenta estar tan lejos y trata de regresar cuanto antes. En esas aventuras, no falta algún romano al cual darle un buen porrazo o una buena región para explorar y conocer las costumbres locales. Creo que en este punto es donde aparecen los gags (perdón por el anglicismo) más graciosos.

Justo el día del aniversario, logré ver por TV Cable la película de Asterix y cleopatra, con Gerard Depardieu en el papel de Obelix. Yo no sé en qué pensaban los realizadores, pero para hacer una película justo escogen una historia hecha completamente para disfrutarse por escrito. Docenas de chistes, comentarios e imágenes graciosas se pierden por completo al verbalizarlas. Pongamos por ejemplo las tres imágenes que muestro (que una vez hicieron reir hasta el dolor a mi pelirroja): Inventar los jeroglíficos correspondientes a las onomatopeyas Glub glub glub o kikirikiiiii fue ingenioso, pero al momento de hacer la película se pierde esa gracia. Mejor hubieran adaptado otras historias que se ajustan mejor, como Asterix y los belgas, por ejemplo.
De todas maneras, me uno a la conmemoración de los 50 años de esta excelente idea e invito a conocer todos sus libros. En muchos de ellos no pararán de reir. Con respecto a la película, ignórenla por completo.

sábado, 24 de octubre de 2009

¿Quien me enseñó a ser bruto?

(Click en la imagen para ampliarla)

Yo había decidido no hacer de mi blog una plataforma proselitista, ni a favor ni en contra de nadie, porque ese es un terreno en el que uno resulta gritándole a una pared: O responde el eco (y eso es algo que, como dirían los amigos costeños, no sirve pa´ ná) o la pared absorbe el grito sin moverse, agrietarse o sonrojarse siquiera de la vergüenza. Por eso yo no hablaba de política en mi blog.

Pero claro, llegó el motivo que rebosó la fosa séptica: Por primera vez en décadas (Supongo que desde la guerra de los mil días, qué se yo) el presupuesto para defensa es superior al presupuesto para educación, y eso es algo que no podía ignorar yo, que me muevo en el sector económico de la educación, que estoy convencido de que se puede tener una educación pública de calidad, que sostengo que la gran desgracia de nuestro pueblo es que muchos pierden la oportunidad de educarse, desarrollar un talento y ser excepcional, y que creo firmemente que este desarrollo traería más progreso para las regiones y las personas que otras iniciativas firmemente apoyadas (como los monocultivos de palma africana, por poner el ejemplo más deprimente).

El asunto en realidad es más grave, porque parte de este flaco, magro y desgalamido presupuesto se canaliza a través de colfuturo e Icetex para financiar estudios en las costosas universidades privadas o del exterior, lo cual disminuye la base de la pirámide de personas apoyadas para mejorar su nivel educativo en los niveles más bajos. Es como ufanarse de la inversión en el sector agropecuario mostrando las cifras de agro ingreso seguro. Todo este rollo me tiene escandalizado.

La nota completa la pueden leer aquí: http://elespectador.com/node/167967



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Para estar a tono con esta inconformidad, quisiera compartir unos versos de la canción "Quién me enseñó" de José Larralde. Al paso que vamos, pronto serán millones los que se hagan esta pregunta, y la respuesta será más que obvia:

¿Quén me enseñó a ser bruto? ¿quién me enseñó? ¿QUIÉN ME ENSEÑÓ?
Si en la panza de mama no había ni escuela ni pizarrón
Y según dicen nací varón porque en el pique faltaba un peón.
¿Quién me enseñó?


lunes, 5 de octubre de 2009

Mercedes Sosa

Si el cantor no se levanta
como la hoguera del fuego,
Si no libera las penas
de los que están en la tierra,
de nada sirve que suene
la voz de la chacarera
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Yo he traído a este blog a las grandes figuras del folklore Argentino, pero faltaba una estrella para completar la constelación, y era la figura de Mercedes Sosa. Yo la recuerdo en los primeros años de universidad, cuando conocí lo que aquí se llama "Canción Social" y sus canciones más sonadas eran "Si se calla el cantor", "me gustan los estudiantes" y "Gracias a la vida". Por esa época pensaba que "Alfonsina y el mar" era la canción más triste que existía y compré un album suyo sólo porque la incluía(y así conocí otras más de ella).

Años después, cuando gracias a Larralde, Guarany, Los chalchaleros y Cafrune andaba en el rollo de las zambas, chacareras y milongas, conocí su faceta de folklorista y me gustó más. Conocí incluso canciones en Guaraní (de las que no entendía un rábano), y chacareras y zambas con arreglos que hacían perder un poco el aire campesino de esos ritmos a cambio de un aire más contemporáneo, como si no se tratara de folklore, y de allí la confusión. "Alfonsina y el mar", por ejemplo, es una zamba y me vine a dar cuenta mucho tiempo después.

Las canciones que quiero compartir hoy son del album "Escondido de mi país". Muchas veces algún forastero ha encontrado empatía, compañía o consuelo en las canciones de Mercedes Sosa, uqe muy forastera fue debido al exilio en los años de la dictadura militar Argentina. Por ello este sencillo homenaje a quien tantas canciones ha cantado para acompañarnos en la travesía.

Nos va a hacer mucha falta su voz. Gracias por todo

La voz de la chacarera



Un pedazo de mi sangre