domingo, 30 de septiembre de 2007

La primera "segunda lengua"

Para desanimar de una vez a quienes llegaron a esta entrada con el interés de encontrar algo que le haga cosquillas a su líbido, aclaro que donde dice "Lengua" también puede decir "idioma". Me referiré a segunda lengua cuando quiera hablar al primero de aquellos idiomas que no hablamos pero que ya aprendimos o vamos a aprender.

Lo que pasa es que bastante impresionados quedaron algunos amigos con la existencia de Barry Farber y su habilidad para hablar 25 idiomas. La mayoría de los consejos que da en su libro aparecen redactados por quien ve la cosa muy fácil, me dijo alguien. Y tiene toda la razón. ¿Acaso sería un éxito el libro si muestra el asunto como lo más comlplicado?

Hay un detalle para resaltar sobre las sugerencias del buen Barry: Cuando habla de aprender un nuevo idioma, hace las mismas sugerencias sin importar que ese vaya a ser nuestro segundo o nuestro decimocuarto, y me parece que ese pequeño detalle es más relevante que lo que pueda parecer. Esto queda en evidencia cuando hacemos la siguiente pregunta:

¿Es verdad que, una vez aprendida una segunda lengua, aprender las siguientes es mucho más fácil?

La respuesta que daré, apoyado en mi experiencia propia aprendiendo idiomas, la experiencia de amigos, preguntas a profesores de lenguas y lectura de los verdaderos gurús que comparten sus conocimiento con todo el que quiera leerlo (como el buen Barry) es:

Definitivamente sí. ¿Razones? se me ocurren algunas:

1) Cuando aprendes tu segunda lengua tienes todo el cerebro y tu boca en tu lengua nativa (Español en nuestro caso). Con mucha frecuencia te parecen absurdos y sin sentido los nuevos elementos de la gramática, la fonética o el vocabulario, y haces la comparación con el aparentemente normal Español. ¿Por que el alemán cambia tanto el orden de las palabras? ¿Por qué el inglés parece no tener reglas fonéticas precisas? ¿Por qué cambian de género las palabras? ¿Por qué en francés hay tantas letras mudas?

Una vez que has aprendido una segunda lengua y aprendes que las respuestas a esas preguntas son del tipo "porque así es esta gramática" o "Porque así es esa fonética" y las has interiorizado, nunca más te las vuelves a formular. En el aprendizaje de tu tercer o cuarto idioma no te volverás a preguntar lo mismo.

2) El asunto fonético: Cuando aprendes otro idioma y aprendiste bien su fonética, el aprendizaje de los nuevos sonidos de un tercer idioma se facilita por dos razones: a) hay semejanzas fonéticas entre tus nuevos idiomas (la "Ü" alemana suena como la "u" del francés cuando está sin más vocales). b) hay conciencia de que los nuevos fonemas no son obstáculos puestos adrede para impedir que tú aprendas, simplemente son así. c) Ya has aprendido los símblos del alfabeto fonético internacional, en pocos segundos puedes pronunciar la palabra más rara escrita en cualquier otro alfabeto.

3) Aprender el segundo idioma implica reprimir el impulso de traducir al español todo lo que se escucha para ser interpretado por el cerebro en español, que a su vez pensará en español su respuesta para luego traducirlo al nuevo idioma y pronunciarlo. Este es el camino dificil, demorado y obsoleto. A medida que avanzas en tu segunda lengua vas eliminando estos pasos intermedios que involucran al español, hasta que eres capaz de interpretar y pensar en el nuevo idioma. Con la tercera y cuarta lengua que aprendas, este error se comete durante menos tiempo, o simplemente no se comete.

4) Vocabulario. Supongo que cuando un inglés aprende las diferencias en español de los verbos Ser y estar después de cometer los habituales errores tan graciosos, no cometerá esos errores cuando aprenda portugues o italiano, que también tienen dos verbos para to be. Lo mismo sucede cuando se aprende alemán al decir que la partícula bei tiene el mismo significado que la francesa chez, en lugar de explicar su significado exacto en español. Esto sucederá en muchas ocasiones y con todos los idiomas, aunque aún espero una palabra en cualquier idioma que traduzca eficazmente a la palabra persa ‘nakhur’ que significa “el camello que no da leche hasta que no se le hacen cosquillas en la nariz”.

5) Motivaciones por desempeño. Cuando has aprendido un idioma, ya sabes que es posible lograrlo, ya has perdido el miedo a hablarlo con nativos, con desconocidos, o con amigos que quieran practicar. Sabes exactamente qué sirve y qué no sirve para tus particularidades, qué tanto ayuda escuchar música en el nuevo idioma o seguir tus cursos. El simple hecho de tomar la decisión y comenzar a estudiar es mucho más fácil con el tercer idioma que con el segundo, porque no va a parecer un imposible.

seguramente habrá una sexta o séptima razón, pero no se me ocurren por ahora. Lo que se me ocurre es exhortarlos de la siguiente manera:

¿Ya hablas un segundo idioma? De una, parce, hay que ir por el tercer, cuarto o quinto. la parte más dificil ya está hecha

¿Aún No hablas un segundo idioma? De una, parce, hay que comenzar ya. Es la puerta de entrada a los demás

sábado, 29 de septiembre de 2007

Barry Farber

Cuando aprendes un nuevo idioma, eres aceptado como voluntario de honor en la cultura de otras personas.
Barry Farber
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No sabría decir, al igual que en el cuento del huevo y la gallina, qué es lo que viene primero: El ser forastero o el gusto por los idiomas.

Otra de los motivos por los que muchos nos miran de manera sospechosa y se hacen señas con otros como queriendo decir "y esté tipo qué?" es esa cosquillita que tenemos dentro y que nos llena toda la cara de sonrisas cuando pensamos en la delicia de aprender otro idioma, aunque muchas veces se quede en pura fantasía.

Pero no es culpa nuestra sentirnos como Tarzán en Manhattan solo porque sonreimos al suponer que podríamos hablar Húngaro, Eslovako, Swahili, Yoruba, Urdu, Tagalog o Arhuako y divertirnos con ello. Si no encontramos eco a nuestro sueño es porque demasiadas personas andan por ahí soñando con rumba, carros, joyas, matrimonios, bebés, liposucciones, hoteles cinco estrellas con meseros de corbatín, por referirnos solo a los sueños que impliquen esfuerzos a largo plazo para cumplirse.

También influye el hecho de vivir en Colombia, en el centro mismo de Latinoamerica, pues la mayoría de las personas no necesita saber más que español para decir sus pendejadas habituales pues se encuentran bastante lejos de las fronteras lingüísticas relevantes más próximas, y resalto relevantes porque muchos consideran que las docenas de lenguas indígenas que se hablan aqui no representan ningún tipo de capital cultural, sino más bien un estorbo que les impide a ellos (los indígenas) civilizarse. Una de las opiniones más detestables y tontas posibles, no por ello escasa. La escucho por aquí con bastante frecuencia.

Por fortuna, como pepita de oro entre el montón de piedras aparece uno que otro forastero deschavetado que se apasiona con los idiomas y es capaz de contagiar esa pasión, y entonces aprendemos las ventajas y las delicias de hablar otro idioma y que el asunto no es raro, que los políglotas no son predestinados por los astros, ni tocados por ángeles ni hicieron pactos con el diablo para serlo. Simplemente son personas que se sentaron juiciosas a Estudiar, que superaron las dificultades propias de la primera "segunda lengua" y siguieron adelante con muchas más

El Amigo Barry Farber es uno de esos forasteros que son capaces de contagiar la pasión que les hace hervir la sangre y ponerse tanta sonrisa en la cara que se le derrama por los lados. Es a mi juicio un perfectóglota cuyo amor por los idiomas lo condensó en un libro con título bastante sugestivo: How to Learn Any Language - Quickly, Easily, Inexpensively, Enjoyably and On Your Own, que ya había mencionado cuando hablé del método PIMSLEUR y al que le dedico esta entrada del blog.

En ese libro, el buen Barry cuenta la historia de su relación de enamoramiento con los idiomas (en unos casos es Matrimonio, en otros es noviazgo, en otros unas cauntas citas), cuenta la manera como aprendió la mayoría de ellos, las motivaciones que en su momento tuvo, pero lo más importante cuenta cómo aprendería idiomas hoy si pudiera comenzar otra vez desde cero.

En el asunto de las motivaciones, que es el que verdadera mente marca la diferencia entre quienes compran los cursos de inglés para adornar su pared y los que realmente se deleitan con las mieles de ser angloparlante, Barry habla así de algunas que tuvo:

Mis motivos para aprender varios idiomas están en un intervalo entre Suerte y energía juvenil (Noruego), necesitar una herramienta vital en mi trabajo (Español), ayudar a refugiados (Húngaro), para tener alguna cita con una mujer como las que me gusta (Sueco) y probar que yo no fui un idiota por casi perder latín. (Chino)

Para un forastero, nada tan atractivo como hablar el mayor número de idiomas posible. Va un poco de la mano con las ganas de viajar por todo el mundo, pero como puede viajarse sin saber un rábano de otro idioma (y aprender idiomas para nunca salir del pais) muchos descartan a priori la posibilidad de comerse estos dos postrecitos al tiempo. Pero a nosotros, esta posibilidad se presenta como una relevante escalada de posiciones camino al nirvana.

Muchas gracias al amigo Barry Farber, por contagiarnos esa pasión. Según sus propios cálculos, yo podré hablar 25 idiomas a una edad menor que la que él tenía cuando lo consiguió

domingo, 23 de septiembre de 2007

Milonga para una niña

Cuando Alfredo Zitarrosa murió en Montevideo, su amigo Juceca subió con él hasta los portones del Paraíso, por no dejarlo solo en esos trámites. Y cuando volvió, nos contó lo que había escuchado. San Pedro preguntó nombre, edad, oficio.

--Cantor-- dijo Alfredo.
El portero quiso saber: cantor de qué.
--Milongas-- dijo Alfredo.
San Pedro no conocía. Lo picó la curiosidad, y mandó:
--Cante.

Y Alfredo cantó. Una milonga, dos, cien. San Pedro quería que aquello no acabara nunca. La voz de Alfredo, que tanto había hecho vibrar los suelos, estaba haciendo vibrar los cielos. Entonces Dios, que andaba por ahí pastoreando nubes, paró la oreja. Y ésa fue la única vez que Dios no supo quién era Dios.

El Cantor - Eduardo Galeano
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Cuando Eduardo Galeano cuenta esta historia sobre Zitarrosa, no menciona cuáles fueron las milongas que don Alfredo cantó en el cielo. Sin embargo, estoy seguro que la primera de ellas (o la primera que hizo que san pedro quisiera que no acabara o que Dios no supiera quién era Dios) fue la Milonga para una niña que hoy nos brinda en este blog. Ya nos había mostrado Stefanie, otra canción que tuvo que haber estado en ese repertorio.

Muchos no sabrán que Don Alfredo es el compositor de esta canción, pues conocen solamente la versión muy deliciosa de escuchar y bailar de Andy Montañez, en ritmo de salsa (aunque se nota el compás de milonga). Por eso también incluyo una foto de Andy Montañez, y el vinculo a esa versión.

En la primera estrofa están unas palabras muy parecidas a las que dicen los forasteros cuando se justifican por su desapego. Dejan suponer que en algun momento se hartaron de vivir penando por causa de un mal amor y la solución que los iba a inmunizar contra eso fue volverse forasteros, celebrar el desapego, cantar e ir pensando. Y parece que les ha funcionado muy bien, pues recuerdan los años malos como un terrible y lejano mal que por fortuna nunca van a volver

Pero entonces aparece la niña. Mucha gente celebraría la llegada de una niña como la de esta canción, muy dispuesta a brindar su consuelo cuando el forastero se golpee contra el suelo, dispuesta a querer y a hacerse querer, a brindar todo de sí sin prevenciones (referirse a ella como una niña, y no como una mujer indica quizá que se quiere resaltar su inocencia y bondad, quizá su inmadurez). Sin embargo, esto perturba al forastero, porque desgraciadamente la niña llega cuando a él ya le ha funcionado el desapego tan bien que ya no puede revertir el proceso. Yo no te puedo entregar un corazón apagado, le dice, y más adelante yo no puedo darte amor.

Don Alfredo procura enfatizar que esa situación no es culpa de la niña (cuando falla el del costado no hay nada que conversar) porque sabe que ella hará más, cualquier cosa, todo lo posible (hasta cargar con la culpa) por cambiar la situación. Lo máximo que puede hacer el forastero es ser franco, no dejar que la niña construya sus castillitos, decirle que puedo enseñarte a volar, pero no a seguirte el vuelo, o decirle prefiero verte partir como te he visto llegar. Esto puede parecer el colmo del cinismo, o puede parecer un total desprecio por los sentimientos de la niña, pero el forastero sabe que causar este dolor evitará causar uno mayor después. Por eso niña te pido que no me guardes rencor... ¿Cuál amor te podría dar?

No hay que suponer que el forastero es malo al cantar de esa manera tan cruda. El trata de mostrar que la noticia no es tan mala, que cabe la posibilidad de gratitud, de recuerdo grato y de buenos augurios para el futuro: Cuando te vuelva a encontrar nos podemos sonreir, al final la niña comprenderá que el forastero no fue malo. Él siempre querrá que cante en tu corazón lo poquito que te di.


MILONGA PARA UNA NIÑA (ALFREDO ZITARROSA)

El que ha vivido penando
por causa de un mal amor
no encuentra nada mejor
que cantar e ir pensando
y si anduvo calculando
que culpas pudo tener
cuando ve que la mujer
no conoce obligaciones
se consuela con canciones
y se olvida de querer

Por eso niña te pido
que no me guardes rencor
yo no puedo darte amor
ni vos podes darme olvido
yo se que en cualquier descuido
me iva a boliar contra el suelo
y aunque me ofrezcas consuelo
yo no lo puedo aceptar
puedo ensenarte a volar
pero no a seguirte el vuelo.

Yo no te puedo entregar
un corazon apagado
cuando falla el del costado
no hay nada que conversar.
hay una forma de amar
que es un modo de conciencia.
hay un amor que es paciencia
y otro que es solo aromas.
cual amor te podria dar
quien amara tu inocencia.

Cuando te vuelva a encontrar
nos podremos sonreir
prefiero verte partir
como te he visto llegar.
Cuando vuelvas a pensar
que una ves te conocí
y que no más porque sí
te compuse una canción
Cantara en tu corazón
lo poquito que te di.
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Versión de Andy Montañez:



Versión de Alfredo Zitarrosa:



lunes, 17 de septiembre de 2007

Requiem for a (Dream) Bike

Perdí varias cosas en Buenos Aires. Por el apuro o la mala suerte, nadie sabe adónde fueron a parar. Salí con un poco de ropa y un puñado de papeles.

No me quejo. Con tantas personas perdidas, llorar por las cosas sería como faltarle el respeto al dolor. Vida gitana. Las cosas me acompañan y se van. Las tengo de noche, y las pierdo de día. No estoy preso de las cosas; ellas no deciden nada.
La memoria guardará lo que valga la pena. La memoria sabe de mí más que yo; y ella no pierde lo que merece ser salvado.

Eduardo Galeano
Días y noches de amor y de guerra

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En febrero de 2001 tuve un accidente en bicicleta con un taxi y recibí un golpe en la cabeza, sobre la ceja izquierda. El taxista me llevó al hospital, luego a mi casa. No tuve mayor problema que el porrazo, el moretón, unos cuantos puntos de sutura y una semana con cara de monstruo debido a que las inflamaciones daban sugestivas modificaciones a mi cara. La última secuela fue el miedo a montar de nuevo en bicicleta, que desapareció poco después y nunca ha regresado para quedarse (solo ha venido de visita por cortas temporadas). Yo no construí lazos afectivos con mis bicicletas ni les atribui personalidad (conozco a quien sí lo hace), pero eso no me impidió sentir ganas de no separarme nunca de ellas.

Una de las imágenes más triste y desconsoladoras de mi vida entera ocurrió al día siguiente del accidente. El golpe no había sido muy fuerte y por eso pensé que la bicicleta estaba en buen estado, pero esa mañana me dí cuenta de que el aro delantero estaba vencido y y había que cambiarlo. Quizá había que cambiar el rin completo.

Recuerdo estar sentado en el suelo, llorando, viendo a mi cicla rota. Lloraba porque no tenía $8000 para comprar un nuevo aro, lloraba porque tampoco tenía $600 para tomar un bus y pedir a alguien prestados $8000 para el nuevo aro, y lloraba porque, si hubiera tenido los $600, no tenía a nadie que me los prestara. En el que fue el peor año de mi vida supe que podía desprenderme de todo, vender todo y empeñar todo, menos mi bicicleta, que era la encargada de llevarme a todos los lugares que necesitaba. Lloraba porque el porrazo en la cabeza dolía menos, cuando debería doler más.

Esta semana me robaron la cicla Roja (en las fotos), en aluminio, con sus partecitas en fibra de carbono y titanio. Cuando quise buscar fotos para esta entrada vi que había muy pocas pues la mayoría son de la cicla negra (la misma del 2001). De todas maneras las muestro, para que se vea la manera tan deliciosa como las he disfrutado y las he compartido (Lo mejor de tener dos bicicletas es que siempre le puedes prestar una a un amigo y salir a recorrer el mundo)

Esta semana me robaron una bicicleta muy costosa y que simbolizaba el regreso de las buenas noticias. Pero la cicla se fue y las noticias buenas siguen llegando, no va a ser por la ausencia de ese trasto (un trasto que quise mucho) que voy a dejar de celebrar y de andar a los brincos

domingo, 16 de septiembre de 2007

Dia de la Marmota

Todo dia ela faz tudo sempre igual
Me sacode às seis horas da manhã

Me sorri um sorriso pontual

E me beija com a boca de hortelã
Quotidiano - Chico
Buarque
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Esta canción de Chico Buarque pareciera evocar sonrisas y sensacione de plenitud, pero el ritmo monótono (totalmente intencional) hace que nos empiece a dar lástima el pobre hombre, para quien Todo dia ela faz tudo sempre igual, y ya debe estar más aburrido que Teseo, condenado a quedarse sentado en el infierno.

Eso le pasa al pobre Phil, el reportero del tiempo que viaja a Punxsutawney a cubrir la noticia -para él- más tonta del año: El anuncio de si el invierno continuará o no, según el comportamiento de una marmota que, curiosamente, se llama igual que él: Phil. Ese dia está lleno de metidas de pata, detalles molestos, encuentros fastidiosos, conversaciones frustrantes y toda suerte de pequeñas decepciones que hacen de ese día el peor imaginable. Resulta por completo un forastero de los que no encaja, de los que no le interesa esforzarse por encajar, de los que quiere largarse cuanto antes a su lugar.

Pero el día aún no es lo suficientemente detestable. Inexplicablemente ese día se repetirá y repetirá indefinidamente, sin poder hacer nada al respecto para evitar la sucesión de desconsoladores hechos que lo vuelven loco. No vale evitarlos, ni enfrentarlos, ni vencerlos, ni siquiera vale mandar todo al diablo y suicidarse porque comenzará de nuevo: El fatídico reloj marcará las 6:00, Phil despertará y será otra vez el día de la marmota.

A veces el forastero se ha sentido como el pobre Phil, no solo por no poder (ni desear) encajar, sino poruqe pareciera víctima de un conjuro parecido que no lo deja escapar de la seguidilla de malas noticias que siempre lo obligan a comenzar desde el principio y lo ponen a vivir su propio día de la marmota. Ocurrió con la maldita tesis, ocurrió con las ganas de regresar, con las ganas de largarse.

Es que esta es la parte que desconsuela. Se parece un poco a lo que dije acerca del mito de Sísifo, porque siempre se tiene conciencia de las malas noticias que ahí estarán esperando, y si seguimos haciendo lo mismo, deseando lo mismo o esperando lo mismo bien pronto vendrá el desconsuelo.

Phil al final cambia por completo de comportamiento y eso resulta siendo la clave para escapar del hechizo: Cambiar, hacer lo que en un comienzo se hacía impensable, renunciar a ser y comportarse como uno quisiera, a desear las mismas cosas que ya se sabe que no se van a obtener, a decir y hacer lo mismo a la espera de resultados diferentes. Si sigues en las mismas seguirás viviendo tu eterno día de la marmota

jueves, 13 de septiembre de 2007

Titulaciones, indicadores y puntos de equivalencia


Con permiso de El alquimista, le robaré la analogía que hizo aqui
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De estudiar química me gustaron varias cosas, pero la que verdaderamente me maravilló fue la posibilidad de conocer lo que estaba sucediendo sin tener ninguna posibilidad de observarlo directamente. Eso marca la diferencia con otros científicos que puedan palpar, manipular, ver, oler o convivir con su objeto de estudio, pongamos como ejemplo el que estudie los gorilas o las orquídeas.

En química, las titulaciones son prácticas que permiten conocer la concentración de una sustancia diluida mediante la controlada y muy precisa adición progresiva de alguna otra sustancia diluída. Lo interesante del asunto es que no hay manera directa de ver lo que está pasando allí si, digamos, las dos sustancias están diluidas en agua y son transparentes. Hay que medir alguna propiedad que, indirectamente, nos diga qué está pasando.

Esta imagen que muestro (titulación de glicina en medio ácido) puede explicarlo muy bien. Todo el interés está en saber cuánta sustancia hay que añadir para que el pH llegue al punto de equivalencia (5,97 en este caso) porque nuestra sustancia se transforma compleamente en otra, y gracias al cambio brusco de pH se puede medir con buena exactitud.

Pero no siempre se tiene a mano un aparato que mida pH, entonces nos ayudamos de los indicadores, que son sustancias que se comportan de la misma manera que la sustancia que vamos a titular. La diferencia está en que, en el momento de transformarse en otra cosa, el indicador cambia de color de manera brusca, y un ojo normal puede identificar el cambio.

Al igual que El alquimista, yo también acabo de llegar a punto de equivalencia al haberme graduado, mi indicador varió de color y aparentemente quedé transformado en otra cosa. Hay sustancias que son su propio indicador, otros se desempeñan mejor en medio alcohólico, otros tienen cambios difíciles de notar (de rojo a naranja, por ejemplo), otras tienen un cambio reversible y hay algunos que manifiestan cambios en condiciones extremas.

A veces el forastero piensa que necesita mejores indicadores para medir lo que pasa incluso en frente de sus narices, porque no hay manera de saber si se está lejos o cerca del pI. Pareciera como si al forastero le hubieran añadido los indicadores incorrectos y estuvieran esperando un cambio de color que no se va a dar, o que si se da no significará nada, y eso no será culpa del forastero ni de los indicadores. Si la titulación se hace correctamente, el resultado es indiscutiblemente cierto, aunque pueda ser indiscutiblemente molesto o desconsolador.


martes, 11 de septiembre de 2007

I can see Clearly now - Jimmy Cliff



Esta canción me ha venido revoloteando en las orejas desde hace un tiempo, y la canto con muchas ganas y con los brazos al sol, tal cual hace Jimmy Cliff en el video.

La canción la escuché por primera vez cuando vi Jamaica Bajo Cero, pues es parte de su banda sonora. Es la canción del final, cuando ya se han superado todas las dificultades y solo queda el reconocimiento y la alegría de haberlo dado todo y ver que al final las cosas van mejor. El video tiene algunas escenas de la película, pero también aparece Jimmy Cliff cantando con sonrisota de oreja a oreja y los brazos hacia el cielo. No existe una canción mejor para celebrar que los problemas se han ido. Puedo ver claramente que la lluvia se fue, dice el primer verso y los demás también invitan a celebrar y cantar

Tal vez por eso es que esta canción me cascabelea en la punta de la lengua y no me aguanto las ganas de cantarla. Aqui celebro la buena noticia que, aunque con muchos años de retraso, finalmente llegó. Y como también pude ver todos los obstáculos en mi camino, que se fue la nube oscura que me dejaba ciego, que el sol comienza a brillar, esta resulta siendo la canción del forastero por esta semana.

Algunos recordamos unas pocas estrofas en español, de un comercial de nescafé. Esas decían:

Puedo ver claramente que sale el sol
puedo ver que las cosas van mejor

atrás ha quedado esa nube gris

y aparece el sol, el sol, en un día mejor


Pero después de ver el video, lo mejor es cantarla en inglés, con una sonrisota parecida a la de Jimmy Cliff


I Can see Clearle Now
(Jonny Nash)

I can see clearly now, the rain is gone,
I can see all obstacles in my way
Gone are the dark clouds that had me blind
It’s gonna be a bright (bright),
bright (bright)
Sun-Shiny day.

oh, yes, I can make it now, the pain is gone

All of the bad feelings have disappeared

Here is the rainbow I’ve been praying for
It’s gonna be a bright (bright),
bright (bright)
Sun-Shiny day.

Look all around, there’s nothing but blue skies

Look straight ahead, nothing but blue skies


I can see clearly now, the rain is gone,
I can see all obstacles in my way

Here is the rainbow I’ve been praying for

It’s gonna be a bright (bright),
bright (bright)
Sun-Shiny day.




Versión Libre y personal en Español:


Puedo ver claramente, la lluvia se fue
puedo ver todos esos obstáculos en mi camino
se fueron todas las nubes oscuras que me enceguecieron
Comenzará a brillar (brillar) Día soleado.

Oh, si, puedo hacerlo ahora, el dolor se fue
todos los males sentimientos desaparecieron
Aqui está el arcoiris por el que había rezado
Comenzará a brillar (brillar) Día soleado.

Mira alrededor, no hay nada más que cielos azules
Mira al horizonte, nada más que cielos azules

Puedo ver claramente, la lluvia se fue
puedo ver todos esos obstáculos en mi camino
Aqui está el arcoiris por el que había rezado
Comenzará a brillar (brillar) Día soleado.

lunes, 10 de septiembre de 2007

A los brincos y Medialunas

Hay que imaginarse a Sísifo feliz. Fue fiel a su exigencia interna, y su esfuerzo tiene un sentido: llevar la piedra hasta la cima.
Albert Camus - El mito de Sísifo
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Cuando era niño y conocí el mito de Sísifo me pregunté cuál sería la peor parte del suplicio, y siempre respondí que lo peor sería el momento justo de llegar a la cima y ver a la piedra rodar hacia abajo. La desconsolación de ese instante ni siquiera la puedo imaginar, aunque pueda imaginar la de estar subiendo la piedrota todo el tiempo y no ver la cima de la montaña.

Para muchos, el trabajo de grado (Mejor llamado La maldita tesis) fue un periodo difícil y desafiante que tuvo final feliz.  Pero para algunos de nosotros, en cambio, el asunto se parecía notablemente al suplicio de Sísifo, con el habitual desconsuelo de ver rodar la piedrota una vez se llegaba a la cima y de pensar en la inutilidad de tanto esfuerzo. Seguro que a Sísifo le entraban unas tremendas ganas de matarse, pero caía en cuenta de que ya estaba muerto y no tenía más opción de volver a bajar para subir la piedrota una vez más. Recargadas un poco las energías durante el descenso, arriba con la piedrota.

Me pregunto si Sísifo se esforzaba menos o daba todo de sí en ese proceso, me pregunto si era completamente consciente de su fatalidad cuando llegaba a las partes difíciles que le exigían más esfuerzo. Me pregunto también qué pasaría si los dioses le dijeran algo como "fresco parce, deje esa piedrota ahí y venga descanse".

Eso último quizá sí lo pueda responder, porque así es como me siento ahora. Ando a los brincos y medialunas porque me han dicho algo como "Fresco, parce, deje esa piedrota ahí y venga descanse", y curiosamente la piedra no rueda cuesta abajo. se queda allá arriba y yo comienzo a bajar dando saltitos alborozados, lanzando fuegos artificiales y gritos de júbilo y luciendo la sonrisa de oreja a oreja y viceversa que tanto me hizo falta, ando con la cabeza a dos manos pensando caramba, finalmente llegó el día, llevé la piedrota a la cima y no salió rodando.

El ocurro que celebro hoy debió haber llegado en el año 2000, pero otros ocurros se adelantaron y desviaron mi brújula. Por eso llega con siete años de retraso, siete años de suplicio de Sísifo viendo la piedrota caer al abismo varias veces.

Esta semana, incluso contra los peores pronósticos, la suma de todos los desconsuelos, los indicios previos, las medidas de tendencia central, las ganas de mandar todo al cuerno y la mala leche de alguno que otro, me entregan mi diploma de profesional y recibo por fin el tan anhelado título. El Forastero ya es Químico. Ahora a continuar lo que tenía previsto para el 2001.

(No será la única entrada sobre el tema, así que pido disculpas a los millones de lectores porque me voy a volver monotemático un tiempo)





jueves, 6 de septiembre de 2007

Stefanie - Alfredo Zitarrosa

No quiero que olvides mi nombre, mi cielo,
mi vida se muere esperándote.
Despedida - Simón Diaz
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Mucha falta hacía por aquí don Alfredo Zitarrosa, que era el último que faltaba de los grandes cantores del sur (ya había traido a José Larralde, Jorge Cafrune, Horacio Guarany, El chaqueño Palavecino, y Los chalchaleros). Esta música me supo calar hasta los huesos y ya no se me va a salir. (luego volvió a mostrarnos su Milonga para una niña y Baila la Maga )

La canción de hoy es de ésas que uno no quisiera cantar, y no porque nos estorbe, no nos encaje o nos haga remover la hidra que llevamos dentro, sino porque muestra todo el dolor que puede generar el forastero si alguien se le acerca mucho y él se deja llevar por el antojo de su desapego. Y es que a veces al forastero se le va la mano al andar sin raiz y suele hacer mucho daño sin querer, aunque muchos piensen que es intencional. La canción de hoy es una que muestra que acercarse al forastero es motivo de dolor aunque él pueda de la misma manera causar felicidad. La conclusión está en una de las estrofas: La vida es cruel, Stefanie ¿Pero Por qué?

Porque la felicidad nunca será tanta para compensar las malas noticias. Ya en el primer verso dice: No hay dolor más atroz que ser feliz, quizá porque esa felicidad se sabe temporal, circunstancial, y pasajera, y Stefanie lo sabe. Si su corazón habla de mí, eso es dolor

Porque debe desconsolar que yo ayer estaba solo, y hoy también. La presencia de Stefanie no pudo cambiar esta situación, ni atenuarla, ni motivarla a ser otra aunque en mi cama ha quedado el perfume de su piel. Eso es dolor

Porque desconsuela que se puedan recordar pequeños detalles (como su mirada, sus pies calientes, sus palabras de amor) pero no a ella. Esto abre la posibilidad de que esos detalles puedan recordarse de cualquier otra persona y el forastero resulta armando un Collage de recuerdos despersonalizados tomados de aquí y allá que le hacen sonreir. Las cosas que le debe a Stefanie se las podría deber a cualquier otra, y eso es dolor.

Porque el Forastero le pide a Stefanie que cambie un poco (sé más valiente, debes vivir la soledad que sales a vender) tratando de prevenirle algo el dolor que va a sentir, pero la canción insinúa que Stefanie no lo logra, que él sabía que ella no lo iba a lograr, y eso es dolor.

Porque su recuerdo se vuelve una moneda de tres caras (y eso siempre es dolor). Por un lado se asegura que la canción siempre preguntará por ella, que siempre estará su nombre en los labios (la canción nunca dormirá). Por otro lado reconoce que la misma canción es puro olvido, pero con ese aire forastero con el que también dice yo tampoco te quiero. La tercera cara es aquella objetiva que no toma partido y simplemente dice La vida es cruel, Stefanie. La canción entera tiene ese aire de resignación y derrota que estorba tanto para seguir caminando, y Eso es dolor

Aqui dice que Stefanie es tal vez la más noble y solvente canción de amor que se haya escrito en la historia de la música popular uruguaya. A mí me parece la canción que canta alguien que genera mucho dolor. Perdón por tanto dolor, Stefanie.

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STEFANIE - ALFREDO ZITARROSA


Stefanie, no hay dolor mas atroz que ser feliz
decias anoche ouve-me por favor bésame aqui
Stéphanie, sé que tu corazón fala de mim
y eso es dolor, Stéphanie

Stefanie, yo ayer estaba solo y hoy también
pero en mi cama ha quedado el perfume de tu piel
te veo salir correr por el pasillo del hotel
la vida es cruel, Stéphanie

Stefanie, hay una sombra oscura tras de ti
de tu ternura recuerdo la mirada azul turquí
tu pies calientes tus palabras de amor en portugués
pero no a ti, Stefanie

Sé más valiente, hazme saber si va a sobrevivir
entre la gente el color de tu pelo, Stefanie
debes vivi,r la soledad que sales a vender
sé más mujer, Stefanie

Stefanie, yo tampoco te quiero, mas tu amor
por el dinero ha olvidado al obrero y al señor
esta canción que pregunta por ti que no ha dormido
es puro olvido, Stefanie




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sábado, 1 de septiembre de 2007

Jamaica bajo Cero (Cool Running)

Una medalla olímpica es algo maravilloso. Pero si no eres capaz de ser grande sin ella, tampoco lo serás con ella
Irv Blitzer - Cool Runnings
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Pocas metáforas dirían en sólo algunas palabras lo que significa ser un forastero que lucha por encajar, y ésta de pensar en atletas de un país tropical participando en los juegos olímpicos de invierno es una de ellas. Suena bastante graciosa la idea, y por eso quizá la película que cuenta esa historia se clasifica como comedia. Aqui pueden escuchar una de las canciones de la banda sonora (Soundtrack)

La película cuenta cómo un grupo de atletas jamaiquinos se preparó para representar a su país en las olimpiadas de invierno en Calgary 88 en la prueba de Bobsleigh. Son entrenados por un ex atleta que se había ido a vivir como paria al país caribeño tras ser descalificado por tramposo y que ve en ellos unos potenciales campeones debido a su biotipo de velocista (Jamaica es potencia mundial de velocistas de 100 y 200 m).

Aunque todos los personajes y sus historias particulares son ficticios, la película está basada en algunos hechos reales, pues ciertamente jamaica participó en Bobsleigh en Calgary 88, y los resultados finales fueron semejantes a los mostrados en la película, incluido la volcada en la prueba final. La historia real pueden leerla en inglés aqui, el sitio oficial del equipo es éste.

La película muestra a un grupo de jóvenes que persiguen su sueño con una fe envidiable a pesar de la evidente desventaja de ser unos completos novatos frente a campeones mundiales, el escepticismo de todos (en ocasiones de ellos mismos) y la manera casi circense en la que los demás ven su participación. Tienen en su carne el espíritu deportivo que les permite perseverar a pesar de las caidas y los primeros resultados (como ya habíamos visto aqui y aqui) y gracias a ello es que, finalmente, se ganan el respeto internacional, regresan como héroes a su país, y logran ser grandes sin las medallas.

A veces el forastero siente que la única puerta que le queda es bastante estrecha, que no es la que creía suya o lo conduce a un lugar que no quisiera visitar. A veces el forastero se desanima ante esta situación de bailar con la más fea o de no encajar en donde se encuentra de repente. Estos atletas experimentan todo esto que suele desanimar, y logran volverlo combustible para su maquinaria

La película no pretende que el espectador saboree y se nutra con moralejas, sin embargo no está exenta de algunas buenas enseñanzas, como el epígrafe de esta entrada, dicho por el entrenador a uno de los atletas cuando decaía su fe, es una excelente bofetada para quienes consideran la trampa como una buena vía para ganar, o toda la reflexión acerca de mantener la propia identidad a la hora de competir, de defender y recordar lo que somos y de dónde somos porque eso es lo que nos mueve el corazón para que dar el 100%

No es una de las grandes producciones del cine mundial de todos los tiempos, pero siempre será agradable ver cómo los forasteros luchan por encajar y al final lo consiguen. Si además hace reir y enaltece el ideal de juego limpio y de hermandad que debeía reinar en el deporte, miel sobre hojuelas. Véanla