sábado, 24 de marzo de 2007

Ley de Murphy

yo soy un tipo duro
con voluntad de hierro
que sale a la calle
provocando al futuro.
Y piso en la acera
una cagada de perro.

(No Soporto El Rap - Joaquin Sabina)


A veces uno siente que podría vender su alma a cualquier precio, y justo ese día sobran almas. A veces las cosas que salen mal, salen mal en la peor secuencia posible, y cuando parece que ya nada puede ir peor, el asunto empeora. Si parece que mejora, es que tal vez he olvidado algo, o que el ciclo se repetirá, o la mala suerte está tomando impulso. Esta semana fue una de esas veces, será recordada como la semana en la que, si hubiera tomado pastillas para suicidarme, me huieran producido vómito y diarrea de esos que son capaces de matarlo a uno, pero no.


Y así fue la semana de la Ley de Murphy. Comenzó con la pérdida de la billetera (ese invento maravilloso que sirve para botar todos los documentos de una sola vez), empeorando hacia el martes debido al banco de medusas que no han dejado nadar (y me doy cuenta después de pegarme el madrugón), el pinchazo de la cicla a varios kilómetros de la tienda más cercana y bajo el sol guajiro, la pérdida de las gafas, un breve regaño de los jefes, y finalmente el epítome de todo: La muerte de mi disco duro, con la inevitable pérdida de todo lo que había hecho desde el último backup.


Lástima por las fotos, las cosas escritas, el trabajo pendiente, lo mucho que había por terminar. Lástima por el tiempo y el dinero perdido, lástima por tener que hacer trámites engorrosos. Eduardo Galeano no me deja entristecer mucho: Llorar por las cosas perdidas, teniendo tanta gente perdida, es como faltarle al respeto el dolor. Vale por los documentos, sin problema


Pero igual, lástima. Perder un disco duro es un ocurro bastante frustrante, especialmente si eres un forastero que a todos lados lo llevaba para meterle cosas según venían llegando. Y lo tenías bien lleno, forastero, un espejo digital que reflejaba lo que eras (Ser forastero en estos tiempos informática es mucho más fácil de soportar; y también hay más posibilidades de serlo). Lástima también por esa sensación de desconsuelo ante tanto infortunio, ante tanto pastelazo que se burla de tí. Lástima por esta sensación de querer salirme del juego y no tener argumentos para contradecir. Lástima por esta resignación de tener que dcirse a la cara "perdiste, forastero", sobre todo cuando estamos acostumbrados a creer que vamos ganando.

Y a volver a comenzar. Desde Cero. Si me necesitan voy a estar en el baño, tirado en el suelo, llorando.

jueves, 22 de marzo de 2007

Prohibido Pisar el Césped


A Veces (cuando uno es forastero de los que no encaja) se puede andar por ahí sin tener mucho cuidado, y resulta diciendo, haciendo o dejando de hacer cosas aparentemente triviales, pero terriblemente preocupante para quienes nos rodean, para quienes van en nuestro bus ese trayecto. Tú tienes frente a tí un plato de sabrosa comida que te ofrecen con hospitalidad y no sabes qué hacer si antes no te lo aclaran. En algunas partes, dejar un poco de comida significa que los alimentos no estaban sabrosos; en otros, comerse absolutamente todo dejando el plato limpio puede interpretarse como que te quejas porque los alimentos escasearon. ¡Pisa con cuidado, forastero! puedes herir la suceptibilidad de alguien sin querer. Dile a una costeña que está coqueta y de dará una sonrisa, díselo a una bogotána y te dará una cachetada.

¿Y entonces? pedir que se hagan públicos letereros de "no pasar" "no tocar este tema" "no hacer esto" "no hacer aquello" puede hacernos sentir en Macondo durante la enfermedad del olvido, con un montón de letreros que quizá no signifiquen nada. Pero no saber algunas cosas nos puede hacer meter la pata


Otros dirían: A donde fueras, haz lo que veas, pero no me parece un consejo muy benéfico de seguir. Precisamente uno se larga de algún lado porque no quiere Hacer lo que ve, en muchos casos, ni siquiera quiere verlo (como aquello de la música a 130 db, en el caso mío). No existe forma de prevenirlo, forastero, Caminas sobre fuego. Cruza los dedos para que la próxima vez que resultes pisando las flores, a nadie le importe.

Quizá el forastero resulta haciendo daño pisando el césped, o al no saludar, al no meterse en lo que no le importa (A veces, aparecen lo que quisieran que el forastero se metiera), al callar, o al hablar. Quizá el forastero hace daño, pero el daño siempre ha sido sin querer.

viernes, 16 de marzo de 2007

Baldosa Floja

Ser un forastero también es divertido y puede disfrutarse a plenitud en muchos sentidos. Andar de aquí para allá regodeándose en esto de ser un gorrión viajero porque ni sus cadenas me echó el amor es muy común en todos los forasteros, y es un hecho que la mayoría de nosotros no suele lamentar. A veces la suerte es un poco adversa en este sentido, pero suele asumirse como un impase transitorio con buena moraleja. El problema es cuando esa transitoriedad dura varios años. ¡Cuidado, Forastero!

Ser forastero es grandioso, y puede cantarse a los gritos, con sonrisa plena, mirada por encima del hombro y pasito de baile divertido si se tiene en la boca la milonga "Baldosa Floja". Y es un buen respiro al blog, después de las muy densas canciones de Larralde, Cabral y Serrat, bien podría venir una un tanto frívola, arrogante y fiestera como esta. Quizá desentone un poco, pero mi carta ya la he jugado, y si he perdido, pago y me voy.

Indiscutible, la mejor versión es la de Argentino Ledesma (Además, bailarla es un a delicia)


Baldosa Floja
Letra: Dante Gilardoni
Música: Florindo Sassone y Julio Bocazzi

Yo llevo el baile en sangre
y cumplo con mi destino;
mi vida está en la milonga
y he de seguir por ese camino.
No soy constante en amores
-por eso tan solo estoy-;
mi carta ya le he jugado
y si he perdido... pago y me voy.

Rebelde soy para el lazo
ni sus cadenas me echó el amor.
Yo soy un gorrión viajero,
el mundo entero fue mi ambición.
Igual que baldosa floja
salpico si alguien me pone el pie.
No sé querer, mi amor se fue;
Yo iré bailando mientras las tabas me den con qué.

Si a veces alguna pena
me llega a mojar los ojos
y encuentro que del olvido
se me aparecen sus labios rojos,
me afirmo el chambergo claro
y agarro pa´l cabaret.
Mi vida es una milonga,
sé que bailándola moriré...
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domingo, 11 de marzo de 2007

Los 80 de Gabo


El ocurro de la semana fue sin duda el cumpleaños de Gabo, del que tanto se habla, se escribe y se comenta (Especialmente personas a las que se les nota que no han leido una página de su obra). Yo también quisiera hablar, escribir y contar mucho sobre el Gabo, que de lejos es mi escritor favorito (Aunque suene a respuesta de descerebrada Reina de belleza), pero la red debe estar llena de textos bien hechos, hermosos y delirantes, presuntuosos y snobs, serviles y cepilleros, acres e incisivos, y de todos los calibres posibles e imaginables que hablan de este maestro del delirio, y mucho mejor de lo que pudiera hacerlo yo.


Pero tampoco quiero quedarme callado, aunque hay mucho para decir (sólo denme cuerda y les hablo de lo mucho que disfruto leyendo a Gabo), así que me enfocaré en el tema del blog. No es que baste con calificar a gabo de Genuino Forastero (una perogrullada, pues es parte del patrimonio mundial de la humanidad, tanto como del hispano o el colombiano, y en toda "Vivir para contarla" queda evidente que lo ha sido desde niño) sino por la facilidad con que ha creado personajes forasteros de mucha importancia en sus obras, con quienes logramos identificarnos y solidarizarnos de sus extrañas actitudes y decisiones. Quisiera hablar próximamente de muchos de ellos, ahora sólo mencionaré a dos (Pensaba referenciarlos todos, pero me salieron un montón), mis muy favoritos.
  • En el amor en los tiempos del cólera, Florentino Ariza mostrado como un eterno forastero que aunque no abandona la ciudad, nunca estará en su propio lugar mientras no esté en el corazón de Fermina (aunque sabe distraerse mientras llega el momento)

  • En el otoño del patriarca, El anciano de granito visto como un forastero de su propia vida y su propio cuerpo cuando ya el poder era tanto que ni lo podía manejar, cuando toda la maquinaria del poder gobernaba por él y sin siquiera poder escapar, cuando los obreros de la casa presidencial le decían por qué no te haces donde no estorbes y él sin saber dónde hacerse. Un forastero en su propia casa


Un gran aplauso para el Gabo. Ojalá la cuerda le dure para muchos libros más (se les leerá con fruición, según la costumbre)

domingo, 4 de marzo de 2007

www.couchsurfing.com


Bien es sabido que dos cabezas piensan mejor que una (a menos que, como dijo Susanita, las dos sean estúpidas), por eso si dispones de dos páginas diferentes, con diferentes herramientas y posibilidades cada una, pero con objetivos y espíritus similares que te permitirán forasterear a tu antojo y con un poco de ayuda, pues miel sobre hojuelas.

Ya había hablado antes de todo lo que puedes lograr con Hospitality Club, de sus propósitos y la manera en que los forasteros podemos participar. Esto me ahorra bastante tiempo y espacio, porque todo eso es válido para Couch Surfing, se participa de la misma manera, se cumplen los mismos requisitos, se dice lo mismo cuando te agarras la cabeza a dos manos porque no te lo puedes creer. Generalmente los forasteros están inscritos y usan las dos páginas, aunque todos tenemos nuestra favorita (En mi caso, HC). ¿Pero cuáles son las diferencias?
  1. En CS tienes la posibilidad de mostrar las fotos que quieras, mientras que HC solo te permite mostrar una. Punto a favor de CS, porque aparte de la foto de tu perfil, puedes incluir fotos de lugares cercanos atractivos para los forasteros que visiten tu lugar

  2. CS parece tener una interfaz mucho más atractiva que HC, mejor distribución de textos, más imágenes, mejores colores, etc. A mí me parece una ventaja irrelevante, pero hay quien se decide por CS por esto.

  3. CS permite ubicar forasteros en un radio de X Km del punto que buscas. Esto es muy valioso si estás en una zona con pocos miembros o cuando desconoces por completo la geografía del lugar, pero en ciudades grandes esta herramienta no hace la diferencia, no suele utilizarse. Punto a Favor de HC, en donde buscar es más sencillo, aunque tengas que auxiliarte con un mapa.

  4. CS University: Cuando eres miembro de CS dices qué te gustaría aprender y qué estás en capacidad de enseñar. El proyecto CS incluye la posibilidad de viajar para encontrarte con forasteros que puedan enseñarte lo quie quieres aprender o viceversa. Fabuloso en el papel, quizá alguien que viaje 10000 kilómetros no lo haga para buscar quien le enseñe a tocar piano o a hablar wayuunaiki, pero en la realidad esta herrmanienta se usa poco (no conozco a nadie que la haya usado, pero dejo abierta la posibilidad de que alguien lo haga). Me parece una herramienta irrelevante

  5. Cuando ves un perfil CS, se muestra el porcentaje de mensajes que ese miembro responde. Esto te ayuda a decidir a quien contactas y a quien no. Sabes que recibirás respuesta de una persona que responda el 100%, y no te atreverás a contactar a quien tenga 10% o menos. HC muestra la última vez que te conectaste, también es un buen indicador.

  6. Se dice que la comunidad CS es más comprometida con el proyecto que la comunidad HC. Se dice que en HC hay mucha gente que no participa ni ha participado nunca y que en CS este porcentaje es menor. Esto puede ser cierto, pero los verdaderos forasteros están inscritos en las dos y esto no hace ninguna diferencia

  7. Buscar en HC es muy fácil, siempre tienes un panorama (mundial, por pais, por region, por ciudad) de cuántos miembros hay, y en dónde. También puedes organizarlos (excepto en el panorama mundial) por varios ítems (# de comentarios, acomodación, último ingreso a la página, fecha de ingreso a la comunidad) que te brinda mucha información. la búsqueda en CS te permite incluir más datos (idioma hablado, intervalo de edad), pero es más fácil manejar los resultados por HC. Muchos puntos a favor de HC

Habrá forasteros (como Lili) que prefieren CS, otros (como JOHA) prefieren HC, al final no importa, estas dos páginas son verdaderos Ases bajo la Manga para los forasteros. Verdaderamente dan ganas de dar gracias a la vida porque existe internet

jueves, 1 de marzo de 2007

Vagabundear

Ocasiones me parece que he nacido forastero...
Pero no, yo tuve un pago, y un nombre
hace mucho tiempo
El Forastero - José Larralde
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Qué curioso es usar un verso de una canción como epígrafe de otra, pero es que este versito de El Forastero (Todo un himno en la voz de José Larralde) dice muy claro que no siempre se ha sido forastero. En algún momento ha comenzado todo, se da el primer paso (el primero de miles, quizá de millones) hacia esto de no tener rumbo.

La canción de hoy hace parte de la banda sonora de todo forastero porque hace una bonita alegoría al momento preciso en que se toma esa desición: Y desde ahora vais a verme vagabundear; Entre el cielo y el mar, vagabundear. Por fortuna, es de aquellos forasteros que encajan bien: No me siento extranjero en ningún lugar, donde haya lumbre y vino tengo mi hogar. Eso permite cantar esta canción con optimismo, con confianza en lo que vendrá, con esperanza en que se va a disfrutar este forastereo. Esta canción se canta con sonrisa de oreja a oreja, pasito bailado y la cabeza en alto:

Vagabundear (Joan Manuel Serrat)

Harto ya de estar harto, ya me cansé
de preguntar al mundo porqué y porqué,
la rosa de los vientos me ha de ayudar
y desde ahora vais a verme vagabundear,
entre el cielo y el mar
vagabundear.

Como un cometa de caña y de papel
me iré tras una nube para serle fiel,
a los montes, los ríos el sol y el mar
a ellos que me enseñaron el verbo amar,
soy palomo torcaz,
dejádme en paz.

No me siento extranjero en ningún lugar
donde haya lumbre y vino tengo mi hogar,
y para no olvidarme de lo que fuí
mi patria y mi guitarra la llevo en mí,
una es fuerte y es fiel,
la otra un papel.

No llores porque no me voy a quedar
me diste todo lo que tú sabes dar,
la sombra que en la tarde da una pared
y el vino que me ayuda a olvidar mi sed,
que más puede ofrecer
una mujer.

Es hermoso partir sin decir adiós
serena la mirada, firme la voz,
si de veras me buscas, me encontrarás,
es muy largo el camino para mirar atrás
qué más da, qué más da,
aquí o allá.

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P I M S L E U R

Muchos forasteros hemos tenido ese desconsuelo de dedicarle mucho tiempo a aprender un idioma, con la esperanza de que nos sirva en la ruta y nos podamos desenvolver. Pero pasa el tiempo y si acaso hemos mejorado nuestra velocidad al buscar en el diccionario. El primer "segundo idioma" siempre es más dificil que los demás.

Un destacado forastero, Barry Farber, escribió un libro con un título bastante rimbombante: How to Learn Any Language - Quickly, Easily, Inexpensively, Enjoyably and On Your Own (Del que hablo aqui). Parece un título del estilo "Cómo hacerse millonario en una semana" o "Baje de peso comiendo únicamente Hamburguesas" o "sea feliz para siempre en solo tres pasos".

Pero no. El libro resulta ser muy divertido (algunas partes hacen reir mucho), fácil de leer aunque se tenga solo un nivel medio de inglés, y con enseñanzas muy relevantes. Uno de los apartes me llamó mucho la atención, y resalto la parte crucial:

"Aprender solo con una gramática es muy aburrido, solo con un libro de frases, muy superficial, solo con audios, infructuoso (excepto con Pimsleur), solo con un diccionario, imposible. Lo ideal es utilizar todas estas herramientas simultáneamente".

¿Cómo así? ¿Se puede aprender un idioma UNICAMENTE con audios? habrá que creerle al amigo Barry, pues habla 18 idiomas fluidamente y se desenvuelve bien en otros 7. ¿Pero qué es eso de Pimsleur?

Pues bien, Super Google llega al auxilio. Pimsleur es un método para aprender idiomas basándose únicamente en Audio (lo cual facilita el aprendizaje del chino, árabe, japonés y ruso), con fuerte énfasis en la fonética, la fluidez y el uso contextual. La gramática ahí va yendo, y la escritura y ortografía quizá no lleguen nunca. ¿Esto te parece malo? La mayoría de las veces un forastero no necesita más que hablar y escuchar en el nuevo idioma, pero si también necesita leer y escribir, que siga el consejo del amigo Barry y use todas las herramientas.

Decidí probar en mi propia carne y el resultado es asombroso. La fluidez mejora tanto que uno siente irse de la lengua con tal facilidad que quisiera salir corriendo tras sus palabras, para pensarlas de nuevo y saborear ese dulce sabor de la poliglotía. Pimsleur tiene la clave, forastero.

Solo hay un pequeño obstáculo: Pimsleur es un método para que los angloparlantes aprendan otros idiomas, todas las instrucciones están en ingles (bastante rápido, por cierto), así que tendrás que aprender inglés con otro método, forastero. Solo después puedes entrar en la puerta pimsleur, y te llevará a más de 30 lenguas diferentes.

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ACTUALIZACIÓN: Ya encontré el curso de inglés en español gratis, y lo pueden descargar sin problema con los vínculos que dejé en esta entrada, en la que explico un poco más este método. Así que ya no hay excusa para no aprender inglés o cualquiera de los otros idiomas.