Recuerdo haber leído una columna de Daniel samper Pizano en la cual se lamentaba de haber luchado en pro de la revolución sexual en los lejanos años 60, cuando era un joven alocado y soltero, porque la dichosa revolución llegó en los años 80, cuando era ya padre de muchachas adolescentes, felices con su revolución sexual.
Algo parecido me sucedió a mí con los pasados juegos suramericanos: Yo duré más de 15 años siguiendo y apoyando a los colombianos en competencias internacionales, en cuanto deporte había oportunidad, con algunas esporádicas alegrías al ver a nuestros deportistas ganando. Yo estaba despierto en la medianoche en que Maria Isabel Urrutia ganó su medalla de oro, me sé de memoria la carrera de 15.000 metros eliminación en la cual Diego Rosero y Andrés Botero le ganaron a Chad Hedrick el embalaje final y vi ganar a Soler su etapa cuando coronó el Galibier. Siempre me lamentaba de la poca difusión que tienen los deportes poco taquilleros (de eso hablé AQUI), o la poca presencia de nacionales en los eventos que transmitían. pero justo cuando un evento de caracter internacional de todas las disciplinas es transmitido 24 horas, y en el cual Colombia gana más de 140 medallas de oro, yo ya no tengo el tiempo para hacer ese seguimiento, y me toca mirar los raquíticos resúmenes de las secciones de deportes de los noticieros.
Y bueno, ya no soy aquel que considera como mejor plan posible para un sábado en la noche ver la final del abierto de australia, o pasarse la madrugada viendo las competencias de Sydney 2000 o Beijing 2008. Ahora el mejor plan es dormir cuanto pueda pues la jornada laboral me deja agotado.
De todas maneras, felicitaciones a nuestros deportistas, a quienes apoyé totalmente a pesar de no haberlos apoyado. Ojalá la tendencia mejoradora se mantenga al menos hasta los panamericanos y los juegos olímpicos de Londres, y de ser posible, más aún.
Algo parecido me sucedió a mí con los pasados juegos suramericanos: Yo duré más de 15 años siguiendo y apoyando a los colombianos en competencias internacionales, en cuanto deporte había oportunidad, con algunas esporádicas alegrías al ver a nuestros deportistas ganando. Yo estaba despierto en la medianoche en que Maria Isabel Urrutia ganó su medalla de oro, me sé de memoria la carrera de 15.000 metros eliminación en la cual Diego Rosero y Andrés Botero le ganaron a Chad Hedrick el embalaje final y vi ganar a Soler su etapa cuando coronó el Galibier. Siempre me lamentaba de la poca difusión que tienen los deportes poco taquilleros (de eso hablé AQUI), o la poca presencia de nacionales en los eventos que transmitían. pero justo cuando un evento de caracter internacional de todas las disciplinas es transmitido 24 horas, y en el cual Colombia gana más de 140 medallas de oro, yo ya no tengo el tiempo para hacer ese seguimiento, y me toca mirar los raquíticos resúmenes de las secciones de deportes de los noticieros.
Y bueno, ya no soy aquel que considera como mejor plan posible para un sábado en la noche ver la final del abierto de australia, o pasarse la madrugada viendo las competencias de Sydney 2000 o Beijing 2008. Ahora el mejor plan es dormir cuanto pueda pues la jornada laboral me deja agotado.
De todas maneras, felicitaciones a nuestros deportistas, a quienes apoyé totalmente a pesar de no haberlos apoyado. Ojalá la tendencia mejoradora se mantenga al menos hasta los panamericanos y los juegos olímpicos de Londres, y de ser posible, más aún.
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