Aquí vemos a Cecilia (de PhD Comics) teniendo todas las respuestas, formulando las preguntas precisas, encontrando soluciones esquivas JUSTO CUANDO NO ESTA LISTA PARA REGISTRARLO. Semejante frustración no es exclusiva de Cecilia. Muchas veces resultamos tartamudeando al hablar de temas que supuestamente se dominan en escenarios diferentes a una evaluación.
Algo así me sucedió con el TOEFL, el examen para cuya aprobación (suponía yo) solo bastaba saber inglés. Creo que debí haberme inquietado al saber que las instituciones que enseñan inglés tienen un curso especial de preparación para el TOEFL (aparte de los numerosos niveles), pero no lo hice. Siempre he tenido mis reservas y he definido mi posición en el dilema: Estudiar para un examen vs Estudiar para aprender. Nerd como soy, no me preparé específicamente y me encontré como Cecilia, tartamudeando frente al Computador.
El problema fue haber aprendido inglés en contextos diferentes al que usa el TOEFL para sus preguntas, que es estrictamente académico. Estoy seguro de que muchos Angloparlantes promedio reprobarían el examen, precisamente porque requiere habilidades comunicativas que son independientes del idioma y que se suponen aprendidas cuando te aventuras a aprender otro idioma.
Por ejemplo, en la sección Writing te dan media hora para que expongas tu punto de vista, lo argumentes, defiendas y saques conclusiones acerca de un tema que puede ser controversial y polémico, y lo debes hacer en inglés. Obviamente, esas habilidades no las aprendí en los libritos y CDs con los que estudié inglés; la argumentación, la estructuración de un ensayo y demás habilidades discursivas las aprendí en español. En el momento de hacer ese ensayo, saber vocabulario y gramática del inglés no es suficiente.
De la misma manera la sección Listening. Si uno está contento porque ya puede ver noticias en inglés y comprenderlo todo, entender canciones o quizá una que otra película o serie de TV en la que no usen muchos modismos o slangs, se puede creer con la suficiencia para pasar la prueba de listening. Pero se trata de algo diferente: Son conferencias académicas en las cuales se debe comprender, además de la narración plana, la intencionalidad del narrador, el uso contextual de términos y expresiones y hasta la toma de decisiones que surgen de la conferencia. Si uno está de malas y la conferencia es sobre un tema odioso, aburridor, o del que no entiende ni le interesa entender un rábano, ni el mejor listening lo salva de reprobar.
Algo así me sucedió con el TOEFL, el examen para cuya aprobación (suponía yo) solo bastaba saber inglés. Creo que debí haberme inquietado al saber que las instituciones que enseñan inglés tienen un curso especial de preparación para el TOEFL (aparte de los numerosos niveles), pero no lo hice. Siempre he tenido mis reservas y he definido mi posición en el dilema: Estudiar para un examen vs Estudiar para aprender. Nerd como soy, no me preparé específicamente y me encontré como Cecilia, tartamudeando frente al Computador.
El problema fue haber aprendido inglés en contextos diferentes al que usa el TOEFL para sus preguntas, que es estrictamente académico. Estoy seguro de que muchos Angloparlantes promedio reprobarían el examen, precisamente porque requiere habilidades comunicativas que son independientes del idioma y que se suponen aprendidas cuando te aventuras a aprender otro idioma.
Por ejemplo, en la sección Writing te dan media hora para que expongas tu punto de vista, lo argumentes, defiendas y saques conclusiones acerca de un tema que puede ser controversial y polémico, y lo debes hacer en inglés. Obviamente, esas habilidades no las aprendí en los libritos y CDs con los que estudié inglés; la argumentación, la estructuración de un ensayo y demás habilidades discursivas las aprendí en español. En el momento de hacer ese ensayo, saber vocabulario y gramática del inglés no es suficiente.
De la misma manera la sección Listening. Si uno está contento porque ya puede ver noticias en inglés y comprenderlo todo, entender canciones o quizá una que otra película o serie de TV en la que no usen muchos modismos o slangs, se puede creer con la suficiencia para pasar la prueba de listening. Pero se trata de algo diferente: Son conferencias académicas en las cuales se debe comprender, además de la narración plana, la intencionalidad del narrador, el uso contextual de términos y expresiones y hasta la toma de decisiones que surgen de la conferencia. Si uno está de malas y la conferencia es sobre un tema odioso, aburridor, o del que no entiende ni le interesa entender un rábano, ni el mejor listening lo salva de reprobar.
El Speaking fue mi piedra en el zapato (o el berbiquí en mi oído, que es más eficiente para impedir pensar). En primer lugar, la despersonalización de la prueba (eso de hablarle a un micrófono y una pantalla, no a una persona) intimida un poco. En segundo lugar, debes tener buen listening o estás fregado. Debes ser capaz de, al menos, tomar apuntes relevantes mientras escuchas una conferencia. Si no puedes hacer eso, tu speaking se fue al cuerno.
La sección Reading es la más fácil, al menos para mí que estuve sometido a leer en inglés durante gran parte del pregrado. La mejor manera de practicar esto es, simplemente, leyendo.
Conclusión: Quienes aún estamos lejos del nivel nativo SÍ debemos estudiar específicamente para el TOEFL. Eso fue lo que hice y lo volví a presentar. Supongo que mi inglés no ha mejorado significativamente en este mes de diferencia, pero el examen ya no me esperaba con sorpresas desagradables, estuve más tranquilo, salí más temprano y saqué 12 puntos más.
Por cierto, AQUI encontré muy buen material para practicar. Me gustó mucho, por ejemplo, Este grupo de audios: ocho horas de conferencias académicas de 5 minutos promedio con preguntas como las que hace el examen. Este fue el material que más me ayudó
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Actualización Diciembre de 2010
Tres años después, volví a meterme en esta aventura, estudié más del doble que aquellas otras veces (el plan completo lo expliqué aquí) y no logré mejorar más que cinco puntos, desmejorando mi punto fuerte. Ahora tengo un puntaje de 92 que, por lo menos, cumple con los requisitos que me están pidiendo en las convocatorias que voy a participar.
Tres años después, volví a meterme en esta aventura, estudié más del doble que aquellas otras veces (el plan completo lo expliqué aquí) y no logré mejorar más que cinco puntos, desmejorando mi punto fuerte. Ahora tengo un puntaje de 92 que, por lo menos, cumple con los requisitos que me están pidiendo en las convocatorias que voy a participar.
2 comentarios:
Uy si, el speaking fue donde peor me fue, mis resultados en dos de sus 4 secciones (si no recuerdo mal) decían cosas no muy alentadoras, palabras como: "Limited" me dolían cada vez que las leía.
A mi me fue mucho mejor en el antiguo TOEFL. Definitivamente, eso de hablarle a la nada, mientras escuchas como el salón se llena de murmullos que van aumentando su volumen hace que te sientas en una cafetería y no logras concentrarte, realmente eso no ayuda para nada.
Limited, qué desconsuelo. Tienes Razón, Lalah.
En mi Speaking tengo un "Limited" y dos "Fair", y eso que fue en lo que más mejoré. Por fortuna Reading y writing subieron el promedio
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