ni los caminos me espantan
porque no hay pa’ los que cantan
más pago que el de la ausencia
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Mucho Gusto me dio conocer al Mono Villafañe (Gracias a Buhita por la recomendación) que le da un aire renovador a mi carpeta de música folklórica argentina que está llena de canciones que ya existían cuando yo nací. El mono ciertamente lleva 35 años de vida artística, pero el trabajo que conocí es bien reciente, con arreglos que indican que el folklor argentino no se fosilizó sino que evoluciona para mejorar.
La Chacarera del olvidao es la canción que traigo de su album CANTO PURO porque fue la que más me toco las fibras. A veces los forasteros se sienten olvidados, especialmente si unas cuantas noticias malas ayudan a darle cuerda al desánimo y resultan magnificando la ausencia o la lejanía, y pareciera un buen momento para cantar que de mí no se acuerdan, dicen que nunca me vieron.
Sin embargo, la verdad (la grata verdad) es bien diferente, al menos para mí. El boom de facebook me ha reencontrado con muchas personas que no me han Olvidao y que celebran con muchas ganas el reencuentro. Cuando era un jovenzuelo me preguntaba precisamente si los compañeros me irían a recordar a pesar de los años y los kilómetros o si iba a resultar un Olvidao pateando piedritas mientras canta con la cabeza gacha las "décimas de jacinto luna" en medio 'e los ranchos
La canción de hoy es una chacarera alegre que invita a celebrar. Cuando pensaba en lo bueno que sería permanecer en la memoria de los demás no estaba pretendiendo ningún exabrupto, nada de promesas de amor eterno o amistades hasta la muerte. No quiero de más, quiero lo que es mío, y por lo pronto lo mío está por aquí, a 1400 km del lugar en el que me la paso forastereando, haciéndome El olvidao. Lo mío está aquí, con mi peliroja, con Don Aldemar y con la gente que ha querido recordarme.
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De tu palo soy, hijo de tu cuero
soy el olvidao en la alcancía del tiempo
el que se quedó de pie poniéndote el pecho.
Flor obrera soy, silvestre de espuma
cuando el tren se va miro en las vías la luna
pensando tal vez, mi pueblo encuentre fortuna.
Mi bofe se hinchó cuando repartieron
de mi no se acuerdan, dicen que nunca me vieron
que no soy de aquí, que ya no tengo remedio.
Soy el olvidao, el mismo que un día
se puso de pie tragando tierra y saliva
camino hacia el sol, para curar las heridas.
Una herida soy buscando el salario
maestros de pie cuidando pichones blancos
que madurarán iluminando este pago.
Soy el que quedó en medio e'los ranchos
guacho del fiao a un mate y guiso inventado
hambre y rebelión fueron creciendo en mis manos.
No quiero de más, quiero lo que es mío
al maso trampeao quiero torcerle un destino
levántate cagón que aquí canta un argentino.
Una herida soy buscando el salario
maestros de pie cuidando pichones blancos
que madurarán iluminando este pago.
Soy el que quedó en medio e'los ranchos
guacho del fiao a un mate y guiso inventado
hambre y rebelión fueron creciendo en mis manos.
No quiero de más, quiero lo que es mío
al maso trampeao quiero torcerle un destino
levántate cagón que aquí canta un argentino.
Una presentación en vivo:
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